Condicionantes de la competitividad turística grancanaria (1 de 5)

1ª parte: Las etapas de introducción, adaptación y crecimiento

¿Es realmente cierto que estamos inmersos en una crisis turística con causas meramente externas? ¿Cuál es el grado de competitividad turística que mantiene Gran Canaria? En el presente artículo se efectúa un recorrido a lo largo de las etapas del ciclo de vida del destino turístico de Gran Canaria identificando e interpretando los tipos de crisis surgidos en cada etapa. El artículo consta de cinco partes: en esta primera parte se tratan las etapas de introducción, adapatación y crecimiento turístico; en la segunda y tercera parte se trata la etapa de madurez del destino; y en la cuarta y quinta parte el post-estancamiento con los posibles escenarios.

Se puede considerar como primera fase del turismo en Gran Canaria la etapa de introducción,  el periodo que abarca entre finales del siglo XIX y la década de los 50 del siglo XX. El turismo en ese periodo de tiempo se concentraba en la capital y en el norte de la isla y apenas tenía repercusiones económicas y sociales. Las llegadas de turistas se produjeron de forma no planificada, sin existir aun los actuales canales de distribución. Los visitantes en su mayoría eran “turistas de salud”, exploradores, investigadores o naturistas, atraídos por los recursos básicos y primarios del destino. El desarrollo de las infraestructuras aun no tenía objetivos turísticos. Fue, en definitiva, una etapa de descubrimiento del destino limitada a un turismo de elite.

Las primeras repercusiones del turismo se pudieron observar durante la etapa de adaptación turística, durante los años 60. Las llegadas de los turistas fueron aumentando a un ritmo continuo y surgió el inicio del desarrollo de las infraestructuras básicas necesarias para apoyar la actividad turística. Importantes inversiones extranjeras producen una transformación radical en la economía insular: el modelo de especialización pasa de exportar mercancías (plátanos, tomates,..) a exportar servicios en forma de paquetes turísticos, todo ello promovido y controlado por los touroperadores internacionales, los cuales juegan el papel principal en la comercialización del destino cuando entra en 1968 a gran escala en el mercado como destino turístico.

A principios de los años 70 comienza la etapa de desarrollo y crecimiento turístico. Se desarrollaron los principales núcleos turísticos, como la zona de Playa del Inglés, así como las infraestructuras de la isla. El turismo pasa a ocupar un papel central en la economía grancanaria.

En el periodo de 1973 a 1981 (en el marco de la crisis económica internacional del petróleo de 1973) se producen tres importantes crisis turísticas en Gran Canaria:

La construcción masiva en los años 1970-73 en el sur de la isla con las consiguientes molestias por obras para los clientes, provoca que los Touroperadores hagan referencia a las obras en sus catálogos para evitar reclamaciones de sus clientes, lo cual provoca un notable descenso de visitantes y la “crisis de protección al consumidor” de 1974. Esta fue una crisis aislada del destino y dura hasta 1975. Es una crisis muy pasajera, pues el elemento desestabilizador, las obras, conlleva de por sí un carácter temporal. En 1975, después del fallecimiento del General Franco, los Touroperadores, ante la incertidumbre del futuro político de España, deciden desviar parcialmente sus capacidades y planificar sus inversiones en otros destinos turísticos con menor riesgo, lo que lleva a la “crisis de planificación de inversiones” de 1976, que afectó a toda España. Esta crisis tan sólo perdura hasta 1976, pues una vez despejadas las incógnitas acerca del futuro político de España, se vuelven a contratar las capacidades anteriores por el mayorista. Se podría definir como una crisis especulativa (por tanto, económica) con un fondo político, la cual es muy pasajera, pues de nuevo su elemento desestabilizador tiene un carácter muy temporal . El régimen de Franco regulaba los precios de los establecimientos turísticos, de manera que en 1978, con la liberalización de los precios, se producen subidas de las tarifas entre 35% y 60%. Al año siguiente, en 1979,  se produce la “crisis de liberación de precios”, a consecuencia de los espectaculares aumentos de precios. Los Touroperadores desviaron la contratación de sus capacidades, y con ello a sus clientes, a otros destinos con el fin de contener el aumento de precios. Esta crisis dura hasta 1981. Obsérvese que las crisis comentadas de los años 70 no se producen por una recesión de la demanda por el destino, el producto Gran Canaria,  en sí.

Con causas muy diferentes nos encontramos en la “crisis de desaceleración” que comienza a finales de 1987 y dura hasta 1991. En este caso no estamos ante una relación causa-efecto tan clara como en las tres crisis anteriores, sino que actúan varios factores a la vez, entre los que destacamos: (1) la entrada masiva de camas en el mercado grancanario entre 1985 y 1988, (2) la subida de los precios en España (de los gastos extras) y (3) la devaluación de la imagen del destino Gran Canaria. En primer lugar, en el periodo 1985-88 se produce en Gran Canaria (y en las demás Islas Canarias) una entrada masiva de camas turísticas en el mercado. Gran Canaria en este corto periodo pasa de 103.478 camas turísticas a 139.615, que supone un aumento de la capacidad total del 34,92%. En 1985 la isla contaba con 27.803 camas hoteleras y 76.675 extrahoteleras, pasando en 1988 a 34.008 camas hoteleras (+22,32%) y 105.607 extrahoteleras (+39,55%). A pesar de mostrar Gran Canaria en los años anteriores a 1988 unos importantes aumentos de visitantes extranjeros (+20,82% en 1987, +14,32% en 1986), un aumento del 35% de las capacidades en un periodo tan corto necesita encontrar su posicionamiento en el mercado, causando en este caso una sobreoferta puntual. Ligada a esta entrada masiva de alojamientos turísticos iba, como segundo factor de crisis,  una mayor concienciación ecológica del turista. Los destinos de masa son literalmente machacados por la prensa sensacionalista europea durante estos años. Eran frecuentes denominaciones para Gran Canaria como: “caos de aguas fecales”, “isla de cloacas”, “furia constructora”, “construcciones monstruosas”, etc., causando un daño grave a la imagen de la isla. El tercer factor decisivo en la desaceleración de 1988 radica en la subida de precios, en lo que se refiere a los gastos extra en destino y fuera del paquete turístico ya pagado de antemano en el país de origen. La inflación y la apreciación de la peseta hacen que España deje de ser un “destino barato”, para convertirse en un país con el nivel de precios igualado al europeo. A esto se sumaba un aumento del atractivo de los viajes de larga distancia, entre otras razones por un cambio favorable del dólar.

De los factores comentados resulta una desaceleración en el crecimiento de visitantes a la isla (en 1988 el número de visitantes extranjeros se estanca en 1,77mill., igualando a los de 1987, y retrocediendo en 1989 a 1,66mill., un 6,32% menos), una bajada de los precios de los paquetes turísticos y, por tanto, menores rentabilidades de los alojamientos turísticos, y una reestructuración de la demanda, lo que a su vez repercutía en un menor gasto por turista en destino. En resumen, la crisis de desaceleración de 1988-91 tuvo como causa de desequilibrio principalmente factores estructurales (sobrecapacidades puntuales, percepción de masificación del destino, nivel de precios). Ya en 1991 se vuelven a alcanzar altas cifras de crecimiento en el número de visitantes (+10,25%), coyunturalmente favorecido por la guerra del Golfo y la guerra civil de Yugoslavia. Se inicia una etapa de nuevo crecimiento, con récord de visitantes extranjeros en 1999 (3,14mill.) y que duraría hasta el año 2000, a partir de cuando se hacen patentes claros síntomas del inicio de la cuarta etapa del ciclo de vida del destino Gran Canaria, la etapa de estancamiento (o fase de madurez), la cual se trata en la segunda parte del artículo.

Nota: El artículo es un extracto resumido del proyecto “Condicionantes de la competitividad turística grancanaria”. Este ensayo-análisis turístico está disponible íntegro con todas las estadísticas de referencia y sus fuentes en la página  www.antoniogarzon.com


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